Por Rafael J Rebollar Diéguez
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11 de diciembre de 2023
Monseñor Demetrio Fernández ha presidido la Vigilia ante la nueva imagen de la Inmaculada Concepción de María de la Delegación Diocesana de Juventud. Como es tradición cada año, la víspera de la solemnidad de la Inmaculada Concepción se ha celebrado con una Vigilia en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba organizada por la Delegación Diocesana de Juventud, la Pastoral Vocacional y la Vocalía de Juventud de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba. La nueva imagen de la Inmaculada de la Delegación de Juventud ha presidido esta Vigilia en el templo principal de la Diócesis tras una procesión por las calles de Córdoba que partía a las seis de la tarde de la parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos, La Compañía, hacia la Santa Iglesia Catedral. El pasado jueves 30 de noviembre, monseñor Demetrio Fernández bendijo esta imagen en la capilla de los jóvenes. Este obra del pintor y escultor pontanés Clemente Rivas, representa a la Virgen ataviada con vestiduras de color azul, corona de estrellas y las manos juntas que invitan a la oración; bajo sus pies aparece la media luna como signo de gracia y Madre Universal. Durante la Vigilia ha dado testimonio el joven Francisco Salvador Flores Hidalgo, que recibió el día 8 junto a cinco compañeros más el grado del diaconado de manos del Obispo, en la Santa Iglesia Catedral. El Obispo comenzó su alocución recordando a los jóvenes que la presencia de Jesús en el altar es una presencia viva, como un “manantial de vida”. Del corazón traspasado de amor brota el Espíritu Santo y acercarnos a Él es “recibir el amor que viene de Dios”. Delante de Jesús Sacramentado no estamos ante una cosa sino “ante una persona viva que nos quiere dar vida” ha alentado monseñor Demetrio Fernández. Nos hemos sentido atraídos después de haber llevado por las calles de Córdoba la imagen de la Inmaculada que nos acompaña y nos acompañará con una cercanía mayor de la Inmaculada a los jóvenes en Córdoba, ha continuado el prelado. La solemnidad de la Inmaculada es “una fiesta grandiosa llena de luz y de esperanza” porque celebramos que María no tuvo nunca pecado y durante toda su vida le dijo sí a Dios, esta es la belleza de María, “mirarla alegra el alma”. Monseñor Demetrio Fernández resaltó que contemplamos en María lo que el Señor quiere hacer con nosotros, con María lo ha hecho primero, “ella es un anticipo”. El Señor nos quiere hacer “limpios de corazón y santos”. En María Dios “se ha lucido y la ha hecho llena de gracia para nosotros”. Nos alegramos de que ella sea así porque es así para “ayudarnos, acompañarnos, limpiarnos, sanar nuestras heridas y llevarnos a Jesús” ha recordado el pastor de la Diócesis. En esta fiesta recibimos en la Diócesis el regalo de los que son ordenados diáconos. La cosecha de este año, si Dios quiere, será de ocho sacerdotes. En la solemnidad serán ordenados seis y el Obispo ha terminado su alocución pidiendo que recemos por ellos